Nota importante sobre el cólera
El primer caso del verdadero cólera morbo asiático que ocurrió en esta huera de Gandía, fue en este pueblo. La primera persona invadida fue mi feligresa la doncella Rosa Orengo, en el día 8 de septiembre , difunta el mismo día. La última víctima de esta enfermedad fue María Llopis, difunta en 27 de dicho mes, pero fue por ... en comer frutas y ortaliza insalubres, capaz de quitar la vida al hombre más robusto y sano en cualquier otro tiempo del año; los demás finados hasta el 30 de octubre son enfermos antes del 24 de septiembre resultas del cólera unos, y otros aunque enfermos después del dicho día 24, se duda sean verdaderos coléricos. Son pues cuarenta y nueve los finados en este pueblo desde el 8 de septiembre hasta el 30 de octubre, a saber, cuarenta del verdadero cólera y nueve de resultas o dudosos de dicha enfermedad, y si se cuenta la difunta María Llopis ya referida, serán 41 coléricos y ocho de los demás. El día diez de septiembre, se bajó en rogativa al Santísimo Cristo de la Agonía, desde su hermita del Calvario a la Iglesia Parroquial, donde estubo expuesto a la pública veneración hasta el día de la fiesta que se le hizo en acción de gracias el 8 de octubre, en que fue llevado en solemne procesión a su capilla. En todo este tiempo se hicieron penitencias y devotas rogativas en la Iglesia, concurriendo todo el pueblo, principalmente por mañana y tarde, al anochecer, siendo los principales autos religiosos las novenas a este divino Señor, bajo cuyo amparo se puso el pueblo desde el primer día de la calamidad y del de su Santísima Madre, o sea su Santísimo Corazón, cuyo novenario fue el segun, siguiendo después los del Patriarca San José y nuestro patrón San Blas, rezando y cantando además todas las noches la corona y demás coplitas a la Divina Pastora, según el pueblo los habrá aprendido en la última misión estando expuestas esta y las demás imágenes en el altar mayor. Pero la gran rogativa y remedio a la vez del terrible azote, fue la que se hizo el día 24 de septiembre, día de Nuestra Señora de la Merced, precedida del Santísimo Cristo y acompañado de las imágenes de Nuestra Señora de los Dolores, la Divina Pastora y San Blas, con todo el pueblo a pie descalzo y los niños y niñas en traje y ademán de penitencia. Este acto tan imponente como religioso, fue a mi entender, quien desarmó y satisfizo a la Divina Justicia, pues ya no ocurrieron más que dos nuevos casos que dudo con fundamento si fueron verdaderos casos coléricos. Terminada la procesión, hizo el pueblo en la Iglesia, delante del Santísimo Cristo, un voto solemne y doble, a saber, de continuar celebrando perpetuamente la fiesta ..., que desde mil ochocientos treinta y cuatro viene haciendo a dicho Cristo de la Agonía con misa revestida, sermón y demás actos de costumbre en las festividades solemnes de esta Parroquia, fijándola el día 6 de agosto que es la Transfiguración del Señor y haciéndola entre cuatro mayorales por turno inalterable y riguroso, sin excepción de clase ni condición, siguiendo la vuelta ordinaria del pueblo; y al efecto, el año siguiente mil ochocientos cincuenta y cinco, comenzará por la primer casa que lo es de Pedro Bercher. Así mismo se obligó el pueblo a guardar dicha fiesta como las demás que señala la Iglesia en las que hay obligación de oír misa y no se puede trabajar, supuesta la autorización del Ordinario que se deberá impetrar También se obligó el pueblo en el mismo y solemne acto, y con voto, a concluir de dicho Santísimo Cristo, situada al fin del Calvario, cooperando con sus limosnas, peonaje y demás medios posibles, así como lo hizo en la obra de la Iglesia. También se obligó a hacer todos los años la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores el tercer domingo de septiembre de cada año, en que la Iglesia celebre sus Dolores Gloriosos. El pueblo ha comprendido que este castigo era tal vez de esterminio, y por los ruegos de esta buena Madre, se ha convertido en castigo de misericordia, entendido el modo repentino y miraculoso con que cesó la enfermedad, el no muy crecido número de víctimas comparado con el otras poblaciones de igual vecindario y principalmente por los admirables efectos espirituales y temporales que ha producido –percutiam et ego sanabo...- En efecto es cosa muy notable, si se mira con los ojos de la Fe el día de la invasión del cólera, ser el del natalicio de esta Señora, el de la bajada del Santo Cristo, el de su Santísimo Nombre y el de la rogativa general, el de las mercedes de esta buena Madre, por cuya poderosa intervención nos hizo el Señor la tan singular merced de curar rotundamente la esterminadora plaga; y cuenta que la rogativa estaba anunciada para el día 18 y por las lluvias y mi indisposición, no pudo hacerse buenamente hasta el esperado domingo día 24.- En mi anejo Beniflá comenzó el cólera el día 12 de septiembre y continuó hasta el 29 haciendo 19 víctimas y tres más que fallecieron incidentalmente en los pueblos de Beniarjó y Almoynes. Se prohibió por el Gobierno el oficio de sepultura, campanas y demás, pero todo se ha hecho después, pasada la epidemia. Según los papeles públicos se propagó el cólera de Barcelona a Alicante y de esta ciudad a la de Alcoy. Unos días antes de la invasión a esta huerta de Gandía hubo fuertes tronadas después de un verano bastante caluroso y seco y en dicha ciudad de Alcoy, donde está en aquella sazón la enfermedad en su mayor apogeo, llobió también copiosamente, y sus aguas, que en fuertes aguaceros siempre hieden, el uso que en este país que cuasi carece de fuentes. Se hace de ellas, un fuerte viento que precedió a la tronada del día seis y que venía con vehemencia de la parte de dicha ciudad, el comercio o roce de las gentes que no se evitó, todas estas causas o alguna de ellas, juzgo si debió contribuir a dicha propagación a este y demás pueblos de la huerta. Lo cierto es que en Villalonga, Fuente Encarrós, Palma y Ador que usan alguna de sus fuentes, ocurrieron muy pocos casos y en Palma solo uno y este que hizo un víctima vino invadida de Beniopa, cuando los estragos de los pueblos que baña el rio de Alcoy fueron por lo general, mayores sin comparación que los de la otra parte que baña el de Bernisa, y la invasión primera y cuasi simultáneamente en este pueblo, como queda dicho en la mañana del 8 de septiembre, en la tarde y noche del mismo día en Rafelcofer y Beniarjó, y seguidamente en La Alqueria de la Condesa, Bellreguart y demás. Si esta enfermedad es contagiosa o no, lo ignoro. Lo que se decía es que si los enterradores, los sirvientes de los enfermos, ni yo hemos sido atacados, gracias a Dios, ni ahora ni en mil ochocientos treinta y cuatro ; que la esperiencia y observación me han hecho ver, que para prevenir el mal, valen mucho la buena conciencia, el valor y la serenidad de espíritu y una vida morigerada en las costumbres y en la buena igiene, especialmente en el régimen alimenticio y para curarlo en los casos no fulminantes, que solo los cura Dios, cama, sudor y dieta blanca con lavativas de agua de arroz, hiema de huevo, almidón y algunas gotas de láudano al momento que aparezca la precursora colerina o diarrea; con lo que he salvado muchos enfermos. He hecho estos apuntes por lo que pueda servir a la historia general o particular de esta parroquia. Y por la verdad lo firmo-Martín Martínez Rector-
Es cierto cuanto expresa el señor cura
Juan Bautista Martí médico titular de el dicho pueblo
Quique Libri Tomo V 1846-1862 folios 160 y 161