El día de Santa Gertrudis la Magna, día 16 de noviembre del año 1855, se puso a llover a las 11 de la noche y duro lloviendo hasta las 7 de la madrugada, y hasta parte del citado día siguiente en tales términos que salió el rio Sellent de su cauce en tanta furia que se paseo por la calle de la Abadia y por cuasi todo el pueblo, de modo que en la casa Abadía se pusieron dos palmos de agua, y un hijo de Ramon Garulo que se hallaba enfermo, lo presento en esta casa su padre, y poco rato que estaba en la cama del abajo firmado el cura, lo subí arriba de la andana porque los cuartos estaban llenos de agua; Era el temporal tan recio y aguacero tan terrible cual nunca se había visto acompañado de truenos, relámpagos y de un viento impetuoso, que parecía que iba a arrancar de cuajo la población; De manera que yo, dicho cura, me salí a la esquina dela calle y viendo la tan furiosa y deshecha tempestad y le dijo a José Gozalbo de que si quería hacer el favor de acompañarme a la Iglesia y me dixo que si, en efecto nos fuimos los dos a la cosa de las seis y media de la mañana del citado día a la Iglesia y descubrimos a nuestra Señora la Virgen de Gracia, y le encendimos cuatro cirios y a continuación, nos subimos al campanario, y al tender yo la vista, me parecía que estábamos en medio de un proceloso océano y que el rio de Sellent venia tan crecido que creí que íbamos todos a sepultarnos en sus corrientes; Y no tuve por de pronto otro auxilio más, que tocar las campanas arrebato para que el pueblo se pusiera en movimiento, con el fin de que se salvaran de las aguas. En estas circunstancias bajamos del campanarios, y nos fuimos a casa, no como quiera sino que el citado José, me llevo en hombros por la plaza de la Iglesia hasta la metar y lo demás de la plaza la atravesamos hasta casi la cintura, tal era el caudal de agua que traía en sus corrientes el rio de Sellent; de modo que en casas había en unas tres palmos de agua, en otras cinco en casa de Mariano Montblanc siete palmos, y en otras casas de la calle de San Roque había casas que tenían mas de siete y otras ocho y mas palmos de agua. En la Iglesia se pusieron dos palmos y medio de agua de manera que parecía una laguna, el confesionario nadando, las sillas iban volteando por en medio, los frontales echados todos a perder del agua y del seno que había entrado en la Iglesia, y al día siguiente que era domingo no se pudo decir misa por la susodicha razón. En estas circunstancias tan criticas y tan aflictivas y estando yo en la casa Abadía vi un cuadro tan desgarrador y tan en gran manera lleno de ternura que todo un pueblo como este, abandonaban unos sus casas, otros sus intereses, y todos juntos excepto los de la calle de la Abadía abandonaban el pueblo en medio de la multitud de agua que caía del cielo y la que corría por las calles, en medio de sollozos de lamentos de hayes y de amargura, pues no se puede pintar ni bosquejar el cuadro tan triste que presentaba este pueblo; Por que unos padres lloraban a dos o tres de tiernecitos hijos en brazos, otras madres llevaban a la espalda y a sus pechos a los recién nacidos hijos, que abuelos preguntaban por sus nietos, que de tías por sus sobrinos, que de hijos perdidos y cuasi abandonados preguntaban por sus padres, madres, hermanos, y tíos y todos juntos y mezclados con las caballerías y los cerdos se iban unos a las casas de la Abadía y a otras de la calle y otros huyendo del peligro amenazador al pueblo de Alcantara y todos llorando y los ojos arrasados en lágrimas. Las perdidas ocasionadas por las aguas del rio de Sellent no se pueden calcular en Anna por ejemplo; Doce artefactos un molino papelero del Excelentísimo Señor Conde de Cervellón, otro harinero de Vicente Llavort parte de un batan de don Antonio Fuster otro de don Francisco Juan y Aparicio; Otro de papel de estraza de los herederos de Francisco Valls; Otro de papel de fumar de D. Joaquin Quibus; Un molino de Don Juan Marín y Polop; Una maquina de cardar e hilar lanas y demás; Un batan de Juan Baldovi; Otro de José Meschoy; Y otro perteneciente a una compañía de Alcoy: En Estubeny también han ocurrido escenas análogas a las de Anna la avenida del mismo rio, se llevo una fabrica de cardar e hilar lanas con todos sus operarios y el contramaestre. 19 personas perecieron anegadas. Toda o cuasi la industria de dicho pueblo sufrió muchísimo porque hay que lamentar las perdidas sufridas pues la corriente de las aguas arrebataron un molino harinero de don Antonio Coma, y parte de una maquina y batan de Luis Aparicio y compañía, de la máquina de Aparicio, que había 16 personas perecieron todas arrastradas por la corriente entre las ruinas del edificio. También perecieron dos niñas, hijas de un operario del batán de la compañía de Alcoy. Las escenas tan terribles que presenciaron los pueblos de Anna y de Estubeny ; Son de tal naturaleza que la pluma se resiste a escribirla, pues en los pueblos de Sellent, Cotes y en particular del de Cáncer, son impensables las perdidas que ha sufrido este pueblo y su término; En las casas las aguas se llevaron, a unos las tinajas de agua, a otros las del vino, a otros las del aceite, y así de todo lo demás, de modo que hasta la Iglesia le toco su parte pues la mesa del altar de la Virgen del Rosario se cayo el pavimento de la sacristán se echo a perder; Esto en el pueblo ¿y en los campos? Las impetuosas corrientes han arrancado árboles, arrebatado puentes, canales, malecones, y hasta las arcadas de la acequia de Escalona, se llevo casi toda la baranda y dos malecones, de modo que las aguas pasaron por encima y han arrasado las campiñas han anivelado campos y hondonadas en unas partes, y en otras, los terrenos socavados y yermos y en las márgenes del rio, donde antes florecía la agricultura, convertidas en un basto cementerio, pues en este termino se encontraron 5 cadáveres y en Alcántara 1 y todos enterrados por mi en el cementerio de este lugar como es deber en el punto debido de este libro. El rio de Sellent empezó a entrar en este pueblo sobre las 6 de la mañana, y a las 10 de la mañana, empezaron a disminuir las aguas ya de algunas calles. Lo que yo, el abajo firmado cura, anote en este libro, siendo testigos Bautista Pasqual, Juan Bautista Ayuso Herrero, y José Gonzalbo, todos naturales y vecinos de este pueblo en el día 25 de noviembre del año 1855. Don Perfecto Mas, cura
Parroquia de Carcer Quinque Libre 1840-1862 folio 288v- 289-189v